Con el tiempo la figura de distintos maestros y sus sucesores van sufriendo mutilaciones constantes, para adaptarse lentamente a las civilizaciones de cada continente y cada pueblo.
En la sociedad actual el Maestro de Artes Marciales cubre unos objetivos sociales, culturales, y de personalidad muy amplios. Su relación con el alumno debe ir más allá de la preparación fÃsica técnica. Lenta y serenamente sirve de guÃa en el área social y psicológica para contribuir con sus enseñanzas en el desarrollo integral de sus alumnos. La formación de un maestro no aparece por generación espontánea precisa de un largo tiempo y dedicación, acumulando experiencia tras experiencia en su larga etapa de dedicación, primero como alumno con la práctica personal y constante hasta dominar con rigor y profundidad el Arte Marcial; sigue después el perfeccionamiento y la aportación personal a través del estudio, la investigación y el trabajo con buenos maestros y finalmente adquiere la ciencia pedagógica con la dedicación y la entrega de la enseñanza.
Por ello, el Maestro Fundador del Instituto Argentino de Chaiu-Do-Kwan, es Maestro de Maestros, y continúa bregando por obtener nuevos maestros que sean orgullo de la Asociación y marquen el futuro, lleno de sabidurÃa y profesionalismo.
Con miras al examen de Fin de año donde además de profesores, rendirán los postulantes a maestros, el Maestro Hugo Chaparro evalúa a sus alumnos en un "Examen preparatorio para acceder a la CategorÃa de Maestrosâ€
Este entrenamiento con el Maestro fundador del Instituto Argentino de Chaiu-Do-Kwan es especÃfico para el examen de fin de año, ya que las exigencias asà lo requieren; un orgullo y profunda satisfacción de poder contar con todo el apoyo técnico y la experiencia de un grande.
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